A unas cuantas horas de cerrar el año 2013, me da la impresión de que el año se fue en un suspiro, casi en un parpadeo, pero a pesar de la brevedad del tiempo, los diferentes sucesos en el año me dejan una amplia variedad de emociones, todas fuertes sin duda, asociadas ahora al acervo de mis memorias y mis recuerdos.
Algunas personas llegaron a nuestras vidas, otras quizás se alejaron un poco y otras más se nos adelantaron en el camino al creador, y ahora participan de otra forma en el universo; y todas ellas, sus interacciones de alguna u otra forma, lo que nos dieron o lo que recibieron de nosotros, conformó el principal sentido de vida para mí en este año.
Sin duda que el tiempo es parte de las «limitaciones» de la naturaleza humana, y por tanto tenemos que elegir de manera cuidadosa en qué y con quién pasamos nuestro tiempo, a qué dedicamos nuestros pensamientos y en particular nuestros sentimientos y nuestras emociones; no me podría quejar de este año, ha sido un año muy emotivo para mi familia y espero que el próximo nos traiga mejores momentos de entendimiento y calidez humana.
Este año ha sido de grandes aprendizajes, y espero que de alguna forma u otra así haya sido para todos los lectores de este blog; mi total agradecimiento a ustedes por el tiempo que han dedicado a leer lo que con cariño compartimos día con día, y les deseo muchas cosas buenas y positivas para el 2014, que logren alcanzar sus metas, que vuelvan realidad sus sueños y que disfruten de quienes los rodean, en especial de su familia.
Sólo lo mejor para el 2014.
Patrimonio y familia 